Era su última noche en Amberes, antes de irse de vacaciones a la Costa Dorada. Pensaba tomarse unas cervezas con sus amigos, como despedida. De hecho, había decidido irse pronto a dormir.
Entonces la vio en el local. Era deslumbrante: alta, rubia, con unas piernas y un culo de infarto. Se quedó mirándola descaradamente y, sin saber cómo, se encontró charlando con ella.
No tardes mucho en publicar Julián, que así no haces más que ponernos los dientes largos.
ResponderEliminarDeseando de que llegue el relato al completo.
ResponderEliminarWowwwww Mk
ResponderEliminarUfff me encanto,bsss
ResponderEliminar